su plazo de recuperación es de ocho meses lo que la hace preferible a las inversiones A
y C. Pero observe que el tercer flujo de caja es negativo y, sin embargo, dicha contingencia
no aparece reflejada en el cálculo del plazo de recuperación.
Como es evidente, basándonos en la rentabilidad sería preferible la inversión A a
la B, y por tanto si lo que buscamos es la inversión más rentable no debemos basar
nuestra decisión en este criterio.
En resumen, las dos grandes limitaciones de este criterio son: a) la no consideración
de todos los flujos de caja del proyecto, y b) el no tener en cuenta el momento
del horizonte temporal en el que tienen lugar los flujos de caja por lo que no opera con
su valor actualizado. En favor de su utilización se puede argumentar que es muy fácil de
calcular, que es fácil de comprender, y que para las empresas con problemas de liquidez
es muy apropiado.
Ejemplo: Si queremos calcular el plazo de recuperación del ejemplo consistente en invertir
en un piso que vimos en el epígrafe 2 y cuyos flujos de caja eran:
los tres primeros años se recuperarán un total de 36.785 €, es decir, quedan por recuperar
213.215 €. Así que si mantenemos el supuesto de que el flujo de caja anual tiene lugar
a fin de año (en este caso este supuesto no es realista en cuanto a los flujos de caja
representativos del alquiler del piso porque se van recibiendo a lo largo de cada año, pero
sí lo es en cuanto al precio de venta del piso, precio que se entrega al final del cuarto
año) el plazo de recuperación será igual a 4 años.
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