Con objeto de paliar una de las limitaciones del método anterior surge el denominado
plazo de recuperación descontado que es semejante al anterior salvo en lo que se refiere
al vencimiento de los flujos de caja de la inversión que este método sí lo refleja en sus
cálculos. Así pues, se trata de averiguar el tiempo mínimo en que se recupera el desembolso
inicial de un proyecto de inversión y para ello iremos sumando los diversos flujos de caja actualizados hasta obtener la cifra de dicho desembolso inicial. La tasa de actualización
será el coste de oportunidad del capital.
Si en el ejemplo mostrado en el subepígrafe anterior considerásemos como una
tasa apropiada de actualización el 10% los valores de los flujos de caja de ambos proyectos
tanto ahora como en el momento de su vencimiento serán los siguientes:
Para obtener, por ejemplo, el valor actual del flujo del tercer año se ha dividido
éste por (1+0,1)3 , lo que proporciona un valor de 1.502,6 para el caso del proyecto A.
El plazo de recuperación descontado del proyecto A será de 1,66 años (o 2 años
si se supone que los flujos se generan al final de cada año), mientras que el B es incapaz
de recuperar su desembolso inicial pues la suma actualizada de los flujos de caja da un
valor total de 997,9 lo que es inferior a los 1.000 de aquél.
Por lo tanto, según el método
de valoración del plazo de recuperación descontado es preferible el proyecto de inversión
A.
Este método sigue teniendo las restantes limitaciones que se le achacaban a su
homónimo anterior, es decir, no tiene en cuenta el valor de los flujos de caja que se producen
posteriormente al momento de la recuperación del desembolso inicial; suelen preferir
aquellos proyectos de inversión con mayores flujos de caja al comienzo de los mismos;
y el período de recuperación máximo marcado por la dirección, para señalar qué
inversiones son efectuables y cuáles no, sigue siendo algo arbitrario.
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