El plazo de recuperación simple
El plazo de recuperación simple es un método de valoración de proyectos de inversión
de tipo estático debido a que no tiene en cuenta el momento del tiempo en el que vencen
sus flujos de caja. Se define como el tiempo que se tarda en recuperar el desembolso
inicial realizado en una inversión.
Según este método de valoración, los proyectos de inversión serán efectuables
siempre que su plazo de recuperación sea inferior a un plazo máximo establecido por la
dirección de la empresa; y entre dichos proyectos efectuables serán preferibles aquéllos
cuyo plazo sea más bajo, esto es, los que tengan la recuperación del desembolso más
rápida. Se prima en este método, por tanto, la liquidez sobre la rentabilidad, siendo esto
ya en sí mismo un inconveniente del propio criterio. Consideremos las inversiones A y
B, ahora definidas por los siguientes flujos de caja:
La inversión A es una inversión de cuatro años de plazo que tarda en recuperar
el desembolso inicial un año y medio (en este criterio se puede suponer que el flujo de
caja se genera de forma continua a lo largo de cada año), mientras que la inversión B es
una inversión que requiere el mismo desembolso inicial que la A, y que teniendo un
plazo de un año más, recupera el desembolso inicial en un sólo año.
Consecuentemente, dado que el plazo de recuperación de la inversión B es menor
que el de la inversión A, aquélla es preferible a ésta. En otros términos: PA = 1,5 y
PB = 1. Como:
Este razonamiento lleva a preferir inversiones líquidas sobre inversiones rentables,
dado que el plazo de recuperación no tiene en cuenta lo que ocurre una vez recuperado
el desembolso inicial. Esto último es una de las principales limitaciones que tiene
este método. Obsérvese como la inversión A proporciona mayores flujos de caja que la
B y, sin embargo, este método prefiere el proyecto B porque se recupera antes.
Por si aún no quedase claro podríamos analizar el proyecto C:
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