Hay proyectos de inversión que proporcionan varias tasas de rendimiento e incluso
otros que no proporcionan ninguna. Por ejemplo, el proyecto definido como:
-2.000 / 12.500 / -12.500
que es un ejemplo típico de los denominados proyectos de aceleración, que son aquéllos
en los que una empresa petrolera o minera invierte fondos a fin de acelerar la recuperación
de un cierto yacimiento de petróleo o minerales. Dicho proyecto tiene dos tasas
de rendimiento: el 25% y el 400%. Por otra parte, el proyecto definido como:
-1.100 / 4.000 / -4.000
carece de tasa de rendimiento real (véase la figura 3). Este problema se debe a la denominada
regla de Descartes que señala que toda ecuación puede tener tantas raíces positivas
como cambios de signo existan en la misma. Así, pues, los proyectos anteriores
tienen dos cambios de signo por lo que podrían tener como máximo dos raíces positivas.
En la figura 3 se muestra la gráfica del VAN del proyecto de aceleración inicial.
En ella se aprecia la incongruencia de un proyecto de inversión que posee dos tasas de
rendimiento internas igualmente buenas. Como comprenderá, usted no puede recibir un
rendimiento del 25% que al mismo tiempo también es del 400%; o recibe uno o el otro
pero no ambos. Por eso se dice que la TIR es inconsistente en este tipo de proyectos y
que no tiene sentido utilizarla.
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