1 El problema de la reinversión de los flujos
Al igual que ocurría en el caso del VAN, el propio cálculo de la tasa interna de rendimiento
está suponiendo que los flujos intermedios de caja se van a reinvertir a la propia
tasa de rendimiento interna. Es decir, si en el ejemplo anterior averiguamos que su TIR
tomaba un valor del 14,49%, ello será cierto siempre que podamos reinvertir los flujos
de caja a dicha tasa de rendimiento. Efectivamente si capitalizamos los flujos de caja
hasta el año n a una tasa de r', sólo si ésta tasa coincide con r (TIR) se cumplirá que el
VAN = 0, pues si r' > r entonces VAN > 0, y lo contrario, como se puede ver fácilmente
en la siguiente ecuación:
Es importante tener muy en cuenta esta característica de la TIR. Veamos un
ejemplo de ello. Acaba de ser emitido un Bono del Estado que paga un cupón anual del
10%, su nominal es de 1.000 € y su vencimiento es a tres años. Su TIR es, obviamente,
el 10%
Pero ello será cierto siempre que podamos reinvertir los dos flujos de 100 €, de
los años uno y dos al tipo del 10% hasta el final de la vida del Bono en el tercer año.
Supongamos que los tipos de interés tiendan a descender y que al final del primer año el
tipo sea del 9% y al final del segundo del 8,5%. El cálculo real de la TIR bien podría ser
el siguiente, que proporciona un valor inferior al 10% previsto inicialmente porque la
estructura temporal de los tipos de interés es descendente:
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