Supongamos que la cotización de Repsol alcanza uno de los tres siguientes
valores: 18 €, 15 € y 13 €. En los dos primeros casos, el poseedor de la opción de
compra ejercerá su derecho por lo que el precio de venta de la misma será de 14
€, es decir, el precio de ejercicio que figura en el contrato de opción. En ambos
casos el inversor, que sigue la estrategia que aquí estamos analizando, obtendrá
un beneficio total de 2,90 €, que se descompone en las 2,50 €, del precio de la
opción más las 0,40 €, de ganancias de capital resultantes de vender la acción a
14 €, cuando la había comprado a 13,60 €. Ahora bien, en el tercer caso no se
ejercerá la opción alcanzándose un beneficio de 1,90 €, debido a la pérdida de
0,60 €, al vender las acciones por debajo de su precio de compra. Obsérvese como
por este procedimiento, lo más que se puede ganar son 2,90 €, pero, a cambio,
para perder dinero la cotización de la acción deberá caer por debajo de los
11,10 €, (ver figura 37).
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