C] Si el precio de la acción es S = 25 €
El comprador no ejercerá la opción y la prima será totalmente del emisor.
Por otra parte, si éste último hubiera comprado la acción a 27 euros obtendría los siguientes resultados:
Precio inicial de la acción 27 €
Precio de mercado de la acción 25 €
Pérdida … … … … … … … … … … … … 2 €
Ingreso por la venta de la opción. ... 1,3 €
Resultado… … … … … … … … … … … - 0,7 €
Así que si el vendedor de la opción desea vender sus acciones en el mercado, en conjunto obtendrá una pérdida final de 70 céntimos de euro en vez de una pérdida de 2 euros si no hubiese emitido la opción pertinente. Así es como se protege del riesgo de pérdidas, teniendo activos (posición larga) y emitiendo, al mismo tiempo, opciones de compra sobre los mismos (posición corta); en cuyo caso el precio de éstas últimas reducirán sus pérdidas en el caso de una caída del valor de aquéllos.
En la figura 7, se muestra la gráfica del resultado de una opción de compra en la fecha de su vencimiento, desde el punto de vista del vendedor.
Como se puede apreciar en dicha figura la máxima ganancia del emisor vendrá dada por la prima de la opción (c). Mientras que la pérdida dependerá de la diferencia entre el precio de mercado el día del vencimiento y el precio de ejercicio (c - Máx [S-X;0]) siempre que dicha diferencia no sea negativa pues, si
así fuese, se tomaría un valor nulo para la misma dado que el beneficio máximo para el emisor de la opción es el valor de la prima. Pero si la máxima ganancia está limitada no ocurre lo mismo con las pérdidas que pueden ser ilimitadas, al menos en teoría.
Resumiendo, en esta posición la prima que recibe el emisor aumenta la rentabilidad de su inversión, además, en el caso de que los precios de la acción subyacente suban, la prima reduce la pérdida que el vendedor de la opción hubiese tenido.
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