En la figura 12 se ven los perfiles de las opciones de venta. Así, por ejemplo, en el caso de la adquisición de las mismas si el valor del activo subyacente es inferior al precio de ejercicio, el valor de la opción es igual a la diferencia entre ambos (S-X) multiplicada por -1, esto es, cuanto más descienda el precio del activo
más aumenta el de la opción; por el contrario, si el precio del activo rebasa el de ejercicio, la opción tomará un valor nulo. Por lo que su esquema sería {-1,0}, mientras que en el caso del emisor sería {1,0}, puesto que el valor de las pérdidas del emisor es igual a 1 x (S-X) cuando S<X y serán 0 x (S-X) cuando S>X.
Además de las estrategias anteriores, podemos tener en cuenta la posible
utilización del activo o acción subyacente. Hay que tener en cuenta que dado que
hay que entregar una acción en una fecha futura determinada, el inversor podría
pedir prestado el capital y comprar la acción al precio de contado o, de forma alternativa,
podría contraer un contrato a plazo (forward) para la entrega del activo
subyacente4. Para evitarnos la complicación de trabajar con préstamos o endeudamientos
supondremos que el activo subyacente es en realidad un contrato a
plazo en lugar de acciones propiamente dichas.
En la figura 13 podemos ver el clásico perfil de beneficios de los contratos a plazo que, en el caso del punto de vista de los compradores de los mismos, ganarán siempre que el valor de la acción subyacente supere al precio de ejercicio y perderán siempre que aquélla descienda por debajo de dicho precio de ejercicio.
Así, pues, en los flujos de caja del comprador de un contrato a plazo son 1 x (SX) tanto si S es mayor o menor que X (el esquema sería {1,1}).