Partiendo del CMV del estado de resultados, sumamos los incrementos en inventarios,
puesto que su aumento representa una salida de dinero para comprarlos y restamos los
incrementos en las cuentas a pagar, ya que su incremento representa un ingreso de fondos desde
el punto de vista del incremento de la deuda comercial.
Para visualizarlo suponga que los inventarios incrementaron su valor de 80 a 100 de un
ejercicio a otro, ya sea que compré 20 más o que compré 100 más pero vendí los 80 anteriores.
En cualquiera de los dos casos, hay una salida de $ 20. Una reducción de los inventarios en este
modelo es equivalente a una disminución en el CMV, y por lo tanto debe detraerse al mismo
para aproximar el cash CMV. En el caso de las cuentas a pagar, un aumento de las mismas
genera un ingreso de fondos, y por lo tanto debe restarse para calcular el CMV cash.
Con respecta a las depreciaciones, las restamos del CMV puesto que no representan un egreso
real de fondos. Por diferencia entre las “ventas cash” y el “CMV cash” obtenemos el margen
bruto expresado en términos de caja. A partir de allí, los conceptos que suman o restan son
exactamente iguales a los expuestos en el camino que seguimos cuando empezamos con el
EBIT para determinar el flujo de fondos de operaciones.
b) Diseño del cash flow a partir de la utilidad neta (Net Income)
Si empezamos por la utilidad neta, debemos sumar la depreciación y luego sumar o
restar las variaciones de los rubros que componen el capital de trabajo, aunque para mostrar la
caja generada por las operaciones debemos sumar los intereses generados por deudas, ya que
éste representa un rubro que forma parte del flujo de financiamiento de la empresa.
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