Si bien la curva de rendimientos típicamente se construye sobre la base de las tires observadas y los plazos de vencimiento, se puede calcular la curva de rendimientos teórica a partir de la curva de rendimientos esperados, tomando la relación de los rendimientos de los bonos cupón cero del gobierno americano y bonos con cupones y sus vencimientos.
En la medida en que la curva real difiera de esta curva teórica, habría posibilidades de arbitraje.
Dado que el precio de los bonos resulta de descontar el flujo de fondos que el bono promete pagar a una determinada tasa de interés, se podría considerar a cada bono como a un paquete de bonos cupón cero y descontar a cada uno de ellos por la tasa de interés correspondiente al período en que dicho flujo se genera. Esta analogía entre un bono y un paquete de bonos cupón cero es válida, porque de otro modo se podrían arbitrar y generar una ganancia.
Entonces, para poder determinar el valor de cada uno de los bonos cupón cero es necesario conocer el rendimiento de los bonos cupón cero con igual vencimiento. La curva que indica la relación entre la madurez de cada bono del tesoro americano cupón cero y su rendimiento se conoce como Curva de tasas contado (Spot Rate Curve.) En realidad, esta curva se deriva teóricamente porque no hay bonos cupón cero para todos los plazos, como se explicó anteriormente.
La derivación teórica de la curva de tasas contado se realiza a través del método de “bootstrapping” que implica construirla a partir de la observación de los rendimientos de los bonos del tesoro americanos y los cupones de dichos bonos. La idea fundamental es igualar el precio del bono americano al paquete de bonos cupón cero. Es decir, el valor presente del cash-flow o precio del bono americano debe ser igual a la suma de los bonos cupón cero descontados a sus correspondientes tasas contado.
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