Los T-Bonds son los bonos del tesoro americano de mediano y largo plazo de
duración. Los más comunes en circulación son los bonos de 5, 10 y 30 años de
vencimiento. A diferencia de los T-Bills no existen muchos autores que defiendan
fervorosamente el uso de los T-Bonds.
Damodaran [2002:155] se inclina por el uso de estos instrumentos. Como se
adelantó líneas más arriba, para este autor la tasa libre de riesgo tiene una íntima
vinculación con el plazo de duración del proyecto. En este sentido, si se trata de un
proyecto de diez años de duración se debería ubicar un bono cuyo plazo de
vencimiento sea similar a la duración del proyecto, para así obtener una
aproximación de la tasa libre de riesgo. Este autor no descarta por completo el uso
de los T-Bills, pero los relega a un segundo plano, señalando que se podrían
utilizar los T-Bills cuando se trate de una inversión de corto plazo. Sin embargo, si
las diferencias entre el rendimiento de los bonos de corto plazo y de largo plazo
son muy pronunciadas, entonces se deberá utilizar una tasa libre de riesgo
diferente para cada uno de los períodos del proyecto [Damodaran 2002: 155] 2. Si
se quiere profundizar en la teoría que explican porque los inversionistas exigen,
normalmente, un rendimiento mayor para los bonos de mayor maduración, se
puede acudir a Ross [2002] y Fabozzi [2002].
“[…] Even a five-year Treasury bond is not risk free, since the
coupons on the bond will be reinvested at rates that cannot be predicted
today. The risk -free rate for a five -year time horizon has to be the
expected return on a default free (government) five -year zero coupon
bond. This clearly has painful implications for anyone doing corporate
finance or valuation, where expected returns often have to be estimated
for periods ranging from 1 to 10 years. A purist's view of risk-free rates
would then requ ire different risk -free rates for each period, and different
expected returns.
As a practical compromise, however, it is worth noting that the
present value effect of using year-specific risk-free rates tends to be small
for most well-behaved term structures. In these cases, we could use a
duration matching strategy, where the duration of the default-free security
used as the risk-free asset is matched up to the duration of the cash flows
in the analysis. If, however, there are very large differences, in either
direction, between short-term and long-term rates, it does pay to stick
with year-specific risk -free rates in computing expected returns.”
[Damodaran 2002: 155]
No hay comentarios:
Publicar un comentario