Si bien es posible investigar cual es la política de renovación de bienes de uso que ha
seguido la empresa en el pasado, la proyección de la variación en los activos fijos es más
complicada. La simple observación de los hechos permitiría corroborar esta afirmación. Puede
argumentarse, sin embargo, que la firma no podría sostener un nivel mucho más elevado de
ventas sin incrementar la capacidad del activo fijo. Una posibilidad es explicitar la política de
renovación de los bienes de uso. Para el analista externo, esto es muy difícil. En estos caso, y
debido a que ex-ante no conocemos cual será la política seguida para la renovación de bienes de
uso, necesitamos una aproximación razonable fundamentalmente con fines a una eventual
valuación del cash flow.
La posibilidad es reconocer una cifra equivalente periódica que capitalizada a una tasa al
costo de oportunidad de la firma3, permita efectuar la renovación del activo fijo al final de su
vida útil. Esta cifra es conocida como la “amortización económica” y representa la anualidad
que acumula el valor de los activos fijos (AF) al final de su vida útil.
Si bien el valor de la amortización económica es muy difícil que coincida con la renovación
periódica de los bienes de uso, desde el punto de vista financiero se constituye en una cifra
razonable a los propósitos de valuación de una firma por el método de descuento de flujos.
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