Cuando partimos del EBIT, se gana en síntesis pues se empieza del resultado operativo
antes de intereses e impuestos; por lo tanto, ya hemos detraído los costos de producción y los
gastos comerciales y de administración. Luego se siguen los siguientes pasos:
1. En primer lugar sumamos al EBIT la depreciación y la amortización, debido a que estos
conceptos no representan egresos reales de caja. De esta operación surge el EBITDA,
que representa el resultado operativo antes de restar la depreciación y la amortización.
2. Sumamos o restamos según corresponda los cambios en el capital de trabajo. Por
ejemplo, los incrementos en inventarios y en cuentas a cobrar se restan, por ser estos
incrementos en activos, y por lo tanto representan erogaciones de fondos. También
corresponde sumar los incrementos en cuentas a pagar que representen conceptos que
integran el capital de trabajo, como los aumentos en deudas sociales y fiscales. Al final,
llegamos a la “caja generada por las operaciones”.
3. Restamos todo incremento de activos fijos o sumamos las disminuciones. Este rubro
representa la “inversión” de la empresa.
4. Sumamos o restamos según corresponda los rubros que hacen al financiamiento de la
empresa: por ejemplo, sumamos todo incremento de deuda y viceversa, y restamos
dividendos en efectivo.
5. Finalmente, sumamos a la caja de operaciones los valores de los flujos de inversión y
financiamiento de la empresa para obtener el cash flow neto. Un chequeo de sanidad
consiste en cotejar:
Saldo de caja inicial s/balance + cash flow neto = Saldo de caja del año siguiente
En esencia, el modelo del cash flow sigue el siguiente orden detallado:
EBIT (earnings before interest and taxes)
+ Depreciación y amortización
EBITDA (earnings before interest and taxes, depreciacion and amortization)
Cambios en el Capital de Trabajo
- Incrementos en cuentas a cobrar (AR, accounts receivables)
- Incrementos en Inventarios (inventories)
+ Incrementos en cuentas a pagar (AP, accounts payables)
- Impuestos