Dentro de esta clasificación podemos encontrar aquellos riesgos que no derivan de aquellos factores que se dan en la economía, y que pueden afectar a una emisión en particular, un sector de la economía o toda una economía en si. Como ejemplos podemos citar desastres naturales ( tales como terremotos, inundaciones, huracanes, etc), guerras, ataques terroristas, cambios en las regulaciones, o cambios políticos profundos que pongan en una situación de imposibilidad de cumplir con sus obligaciones a determinados sectores o afecten a toda la economía, como en Argentina a principios de 2002. También es un riesgo latente para el caso de bonos corporativos cuando se producen compras hostiles y reestructuraciones que alteran la capacidad del emisor del repago en las condiciones pactadas.
Dentro de este tipo de riesgos se puede incluir el riesgo de refinanciación , o sea, aquel que se corre por no poder refinanciar la deuda, una vez vencida.
Con el fin de medir el riesgo de refinanciación, el grupo Santander, comenzó a publicar una serie de indicadores a mediados de 2001 para las empresas argentinas, muchas de las cuales debieron terminar refinanciando su deuda. Véase el apartado que sigue
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