Se analizará en la presente exposición la relación que debe existir entre las distintas masas patrimoniales del activo y las diferentes fuentes de financiación, a fin de que la empresa, considerada globalmente, pueda alcanzar un equilibrio estable.
Desde un punto de vista dinámico, este equilibrio se dará cuando:
Cuando se analizó la estructura del activo se apreció que la composición de las distintas partidas viene determinada, en gran parte, por la naturaleza de la actividad de cada empresa. Partiendo de esta premisa, será la composición del pasivo la que deberá adaptarse a las exigencias de la composición del activo, Pero por otro lado, el crecimiento del activo vendrá, a su vez, limitado por las posibilidades de financiación o incremento del pasivo.
Desde un punto de vista dinámico, este equilibrio se dará cuando:
• La renovación de los elementos del activo (inmovilizado, clientes y existencias) se efectúa con toda normalidad a través del ciclo de explotación y gracias a la renovación de las fuentes de financiación correspondientes.
• La liquidez de la empresa permite hacer frente a los compromisos de pago adquiridos. Pero como paso previo a este punto de vista dinámico, se hablará en primer lugar de un equilibrio estático que determinará unas reglas mínimas de equilibrio.
Cuando se analizó la estructura del activo se apreció que la composición de las distintas partidas viene determinada, en gran parte, por la naturaleza de la actividad de cada empresa. Partiendo de esta premisa, será la composición del pasivo la que deberá adaptarse a las exigencias de la composición del activo, Pero por otro lado, el crecimiento del activo vendrá, a su vez, limitado por las posibilidades de financiación o incremento del pasivo.
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