Si asociamos esta propiedad a un hecho empírico, como es una transacción económica, en la que se manifiestan dos corrientes de signo contrario: oferta-demanda, entrada de efectivo -salida de productos, incremento de derechos - incremento de obligaciones, etc. nos encontramos con la existencia de un isomoformismo que liga a ambos, suceso empírico y propiedad bidimensional, ahí que cualquier transacción pueda ser interpretada desde el punto de vista señalado.
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