lunes, 21 de mayo de 2012

Punto de vista del comprador (III)


b) El riesgo en términos monetarios absolutos es más pequeño en el caso de la opción (lo más que se puede perder es su precio, es decir, 1,3 euros; mientras que si el precio de la acción desciende por debajo de
25,7 euros, la pérdida sería mayor en el segundo caso).
c) El porcentaje de ganancia, o pérdida, dado por el rendimiento del período es mayor en el caso de la opción de compra, que en el de la adquisición de la acción, lo que nos indica que la inversión en opciones
es más arriesgada que si fuese directamente en el activo subyacente.
De aquí precisamente su alto apalancamiento (véase el 284,6% de rendimiento, que puede ser superado si el precio de venta fuese aún mayor y, por contra, el mayor rendimiento negativo será del 100%).

Hay que recordar que la opción de compra tiene un período de vida limitado, durante el que puede ser ejercida. Se incurre en una pérdida irreversible en la fecha de vencimiento si el valor del activo subyacente no se ha movido en dirección favorable. Por otra parte, una posición basada en la compra directa de la acción
subyacente no implica la realización de pérdidas, y existe siempre la posibilidad de una subida de los precios.
También hay que hacer notar la necesidad de gestionar dinámicamente una opción debido al riesgo incorporado y al ser un instrumento de vida limitada. 
El poseedor de una opción no suele mantener su posición hasta la fecha de vencimiento, por lo que hay que estar preparado para entrar o salir del mercado cuando sea necesario.

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